Lecciones De Finanzas Del Comportamiento

Lecciones de Finanzas del Comportamiento 28 de septiembre 2012 De acuerdo con las teorías económicas y financieras tradicionales inversores se supone que son actores racionales, buscando maximizar su riqueza en formas lógicas. Pero en el mundo real los inversionistas y comerciantes a menudo actúan de manera irracional e impredecible, a menudo en su perjuicio financiero. Las finanzas del comportamiento es una disciplina que combina la psicología y las finanzas para ayudar a explicar por qué los inversores actúan de la manera que lo hacen. Durante las últimas décadas los teóricos del comportamiento han identificado un conjunto de errores cognitivos repetidamente cometidas por los participantes del mercado financiero. Mediante la comprensión de algunas de las finanzas conductuales conceptos clave, los operadores pueden evitar algunos de los errores comunes que pueden causar estragos en sus saldos de cuenta. Aversión a la pérdida y el efecto disposición No debería ser ninguna sorpresa que la gente siente placer cuando ganan y dolor cuando pierden, pero lo que puede sorprender es que el impacto psicológico de victorias y derrotas de la misma magnitud no es lo mismo. Según una investigación realizada por el premio Nobel Daniel Kahneman y Amos Tversky personas sentir el aguijón de veces a la pérdida de dos y medio con más fuerza que el placer de una ganancia del mismo tamaño. Este fenómeno, a menudo llamado y ldquo; aversión a la pérdida, y rdquo; está en la raíz de uno de los más comunes de todo el comercio mistakes - aferrarse a perdedores durante demasiado tiempo. Los operadores enfrentan a una posición perdedora tratar de evitar el dolor de salir en una pérdida por aferrarse y con la esperanza de que pueden hacer detrás de la pérdida. Hersh Shefrin, una de las principales autoridades en las finanzas del comportamiento, fue tan lejos como para decir las dos emociones principales que impulsan acciones de los inversores no se temen y la codicia, sino más bien, el miedo y la esperanza. Él acuñó el término y ldquo; efecto la disposición y rdquo; para describir la predisposición comerciantes tienen que mantener en tratar de alcanzar el equilibrio y rdquo.; Este error se hace una y otra vez no sólo por los inversores minoristas, sino por los institucionales también. Quién no recuerda Nicholas Leeson, comerciante que causó el colapso de sus siglos de antigüedad empleador Barings PLC por aferrarse a posiciones que finalmente perdieron 1.4 millones de dólares? O Brian Hunter cuya pérdida 6000000000 dólar en los futuros de gas natural llevó a la disolución del fondo de cobertura Amaranth? Entonces, ¿cómo pueden los comerciantes luchar contra esta tendencia a aferrarse a perder posiciones durante demasiado tiempo? Simplemente el establecimiento de un precio de salida predeterminada antes de entrar en el comercio y ajustarse a él, sin excepciones, nunca. Y también por recordar el aforismo muy citado de que la esperanza no es una estrategia comercial válida. Sesgo de confirmación y ldquo; La confirmación sesgo y rdquo; se refiere a la fuerte tendencia gente tiene que buscar y dar más atención y peso a nueva evidencia que apoya sus creencias que el que los refuta. Este sesgo puede conducir a problemas. Por ejemplo, un comerciante compra de oro después de decidir que el mundo se está acercando Armageddon político y financiero y luego se inicia en constante exploración de los sitios de noticias de cuentos calamitosos para validar que la vista sin tener en cuenta los signos claros de mejora de las condiciones económicas. O un comerciante compra una acción, ve caer a través de un nivel de apoyo claro y entonces, en lugar de vender, comienza a buscar canales de noticias y sitios web por razones que siguen holding, o peor aún, a comprar más. Hay maneras, sin embargo, que los comerciantes pueden luchar contra el sesgo de confirmación. Productos Legendary comerciante Paul Tudor simplemente poner un letrero sobre su escritorio que decía y ldquo; perdedores perdedores promedio y rdquo.; para ayudarle a combatir la tentación de hacer un promedio hacia abajo en una posición perdedora.